"QUICROQUETAS" DE BONITO (croquetas rebozadas con quicos)

Croquetinas...ummmmm, me gustan mucho y más las caseras! Vale que dan un poco de trabajo pero el resultado merece la pena. En casa no somos mucho de "fritoleo" pero de vez en cuando si que nos pegamos un homenaje, eso si, con cosas lo mas caseras posible, eh? Así que éste finde tocaron éstas croquetas, de toda la vida, de bonito,  pero con el punto diferente de los quicos en el rebozado. La verdad que se nota un montón: quedan mas crujientes y con el regusto como tostado-ahumado de los quicos..... muy ricas!

En ésta ocasión utilicé uno de los productos que tan amablemente me han mandado desde Serrats. Todo el mundo habla genial de sus conservas, todo son buenas impresiones.... yo, pude comprobarlo en mi cocina, son un lujazo! Para éstas croquetas utilicé un par de latas de bonito del norte en aceite de oliva y como veis en la foto un poco mas abajo, no pude evitar catarlas antes de ponerlas en la masa, jeje... Qué rico! Porque no tenía pan que si no, paso de las croquetas y me hago un bocata!


INGREDIENTES: (para unas 16-18 croquetas)

* 6 cucharadas de aceite
* 3 cucharadas de harina
* 2 vasos de leche (1/2 litro)
* 2 latas de bonito del norte Serrats
* 2 huevos
* 60 gr de quicos
* 60 gr de pan rallado
* Nuez moscada
* Sal

PREPARACIÓN:

En una cacerola ponemos a calentar el aceite junto con la harina y rehogamos bien hasta que la harina tenga un color un poco tostado (pero sin llegar a quemarse) Este paso es importante para que luego la masa no sepa a harina. Una vez rehogada, añadimos los dos vasos de leche, templada para evitar que se formen grumos y seguimos removiendo hasta que la bechamel empiece a espesar. Yo, para estas preparaciones utilizo el "cacharro" que veis en la foto al lado de las varillas. Lo compré hace tiempo en Ikea ( 0.99 € las dos cosas!) y la verdad que viene genial para la bechamel y para ligar las salsas...

Cuando la bechamel empiece a espesar, añadimos las dos latas de atún escurridas y mezclamos. Cocinamos a fuego medio, removiendo para que no se nos pegue, hasta que la bechamel espese lo suficiente y se empiece a despegar un poco de los laterales de la olla. Añadimos un poco de nuez moscada y corregimos de sal. Una vez lista, la volcamos sobre un recipiente y lo guardamos en la nevera para que enfríe y adquiera consistencia, así podemos formar las croquetas mas comodamente. Yo, lo suelo dejar de un día para otro, aunque también vale si lo dejamos unas horas.

Para formar las croquetas podemos ayudarnos de un par de cucharas (así las hago yo), formarlas con las manos o meterlas en una manga, lo que mas cómodo os resulte. Una vez formadas, las pasamos por huevo batido y las rebozamos en una mezcla a partes iguales de pan rallado y quicos (triturados en la picadora) Freímos en abundante aceite y listas para comer!